En la madrugada del 11 de marzo, la Colina Xizhao de Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, estaba bulliciosa. ?Qu? habr?a en el s?tano que se encontraba bajo las ruinas de la Pagoda Leifeng de mil a?os? Se esperaba descifrar el enigma sepultado bajo suelo durante tan largo tiempo.
A las 9:00 en punto, las c?maras de la Televisi?n de Zhejiang y las de la Televisi?n de Hangzhou apuntaban al lugar de excavaci?n para filmar de comienzo a cabo este "di?logo" con lo que dejaron los chinos antiguos.
A las 9:10 apareci? un foso de 260 cm de profundo desde el suelo. En el fondo estaba la boca del s?tano, pero tapada por una roca caliza colosal de 750 kilos, guardi?n del secreto del s?tano durante diez siglos. De acuerdo con el plan de excavaci?n del equipo arqueol?gico de Zhejiang, era necesario remover este "obst?culo" antes que nada.
Acto seguido, los miembros del equipo bajaron al foso. Mientras tanto, los reporteros testigos, en vilo y excitados, clavaban sus ojos en lo que hac?an aqu?llos, olvidando que deb?an estar listos para cazar "novedades". Los implementos que se usaban eran una simple cadena de hierro y un torno de madera. Normalmente ser?a un trabajo demasiado sencillo, pero los arque?logos pon?an toda su alma en ?l porque cualquier desliz podr?a llevar a consecuencias desastrosas. Conscientes de que la excavaci?n se transmitir?a en vivo por televisi?n, el equipo hab?a ensayado varias veces c?mo levantar y halar la roca.
A las 9:46, cinco j?venes miembros del equipo desplazaron por fin la roca a un lado, de manera tal que salt? a la vista una pizarra cuadrada de 93 cm de ancho por 13 cm de grueso. Esta pizarra, tambi?n caliza, estaba cubierta encima de una espesa capa de tierra y salpicada de monedas. Seg?n investigaciones anteriores, son monedas de cobre "Kaiyuan Tongbao" acu?adas en el siglo VIII que a?n circulaban en el Estado de Wuyue (893-978). Cao Jinyan, mando en jefe in situ de la excavaci?n y director del Instituto de Arqueolog?a de Reliquias de Zhejiang, dijo que, siendo ?sta una pagoda b?dica construida por orden de Qian Chu, Rey de Wuyue, el arrojamiento de monedas probablemente fuera un acto religioso de la casa real. Por la tierra apisonada y compactamente conectada con la pizarra, se supon?a que el s?tano no hab?a sido depredado. Despu?s de eliminar capa por capa la tierra y la cal de alta dureza, el personal hall? una capa de ladrillos en torno de la tapa de piedra, que serv?a de resguardo para ?sta. Estos ladrillos fueron cuidadosamente removidos y se les pegaron etiquetas con n?meros ordenados por si acaso ser?a necesario restaurar el s?tano m?s tarde. Ahora se comenz? a mover la pizarra. Nadie sab?a por qu? ?sta ten?a una grieta. La pizarra se fragment? en dos por la grieta aunque el personal obr? muy despacio.
A las 11:18, al poner el trozo separado a un lado, lograron ver una ranura. Por debajo de ella, estaba el s?tano. ?Pero qu? habr?a en ?l?
Ahora se removi? la pizarra expeditamente. Todo el mundo estaba pendiente de lo que suceder?a. Pero el descubrimiento de los tesoros result? f?cil ante sus ojos. En cada uno de los cuatro rincones del s?tano hab?a un espejo de cobre redondo; en el centro, una caja de hierro de 50 cm de alto por 32 cm de largo y 32 cm de ancho; entre la caja y la pared, un buda de cobre incrustado; y alrededor, una gran cantidad de monedas. Lamentablemente, el s?tano estaba muy h?medo y ten?a huellas de agua infiltrada, por lo que la caja de hierro estaba cubierta de ?xido y resultaba imposible manipularla. Seg?n conjeturas del profesor Xu Pingfang, Presidente del Consejo de la Sociedad de Arqueolog?a de China, en la caja de hierro deber?a haber otra de cobre y dentro de ?sta un peque?o ata?d de oro y otro de plata y un "mo?o de Buda con forma de caracol".
A las 12:00, un miembro del equipo, de bruces abajo en el suelo, tendi? la mano al s?tano. Al punto fue extra?da la primera reliquia: un espejo de cobre. Los expertos dicen que es un objeto t?pico del siglo X. En la inscripci?n grabada en su centro se leen, entre otros caracteres chinos, "funcionario", "artesano Ni Cheng" y "taller de cobre de la capital". As?, qued? en claro que es un objeto oficial confeccionado por un hombre llamado Ni Cheng.
De las 12:00 a las 15:00 fueron sacados un espejo de cobre, dos bases de figuras de Buda de madera y cuatro piezas de cobre incrustadas. Ahora el equipo par? de excavar por un rato, para discutir c?mo hacer despu?s. ?Qu? cosas contendr?a la caja de hierro tan misteriosa? ?Estar?a dentro la Dama Bai (mujer de una leyenda, metamorfoseada de una serpiente blanca)? Casi todos los presentes, hasta los arque?logos, sintieron una fuerte tentaci?n de abrirla en seguida, pero se contuvieron. Xu Pingfang explic? que la caja misma es una reliquia muy preciosa, que para abrirla es necesario limpiar el ?xido que tiene encima y eso tomar?a tiempo, y que forzarla podr?a da?ar los tesoros en su interior.
De las 15:00 a las 16:00, se desmantel? un muro lateral del s?tano, a fin de garantizar el retiro de la caja sin ning?n problema. Sin embargo, el proceso fue muy lento porque el registrar y etiquetar los ladrillos bajados del muro llev? mucho tiempo. Al quitar los ladrillos, se encontr? con un alfiler de cobre. Con el fin de mantener la seguridad en el trabajo, el equipo decidi? cerrar el lugar y as? continuar con la excavaci?n. Luego, extrajeron del s?tano una fina figura de Buda hecha de bronce. Es de 60-70 cm de alto y tiene dos bases imbricadas, dicen los expertos. En ellas est? esculpido un drag?n y arriba de ?ste un asiento con forma de flor de loto. Seg?n fuentes informadas, esta figura de Buda es una pieza de valor cultural de primera clase estatal.
Hasta las 22:30 se hab?a desenterrado y limpiado un total de 34 reliquias. Entre ellas se cuentan varios botones y fichas de cintur?n. Cada bot?n es de unos 10 cm de grueso y las fichas, hueras por dentro, pueden ser ensortijadas para servir de adorno en la ropa. Adem?s, hay cuatro piezas de jade, incluida una pulsera grande.
A las 22:50 se removi? con esmero la capa de tierra en rededor y se hall? un espejo de cobre envuelto en tejidos y hojas de papel. Pero por la infiltraci?n del agua, la envoltura se hab?a pudrido casi por completo. En las hojas de papel se descubrieron dibujos impresos.
A las 23:05, el equipo de excavaci?n descubri? por debajo de la caja de hierro un mont?n de monedas de cobre de 4 cm de alto y un gran c?mulo de tejidos de seda. De ah? se calcula que deber?a haber de 500 a 600 monedas de cobre arrojadas al s?tano.
